Empezamos nueva sección en nuestro blog: Farmacias Catalogadas. Nos hemos perdido por las calles de Barcelona para encontrar estas dos joyas de farmacia.
En primer lugar nos hemos acercado hasta el Carrer del Carme 23 en el corazón de Ciutat Vella. Nos recibió Montserrat con una sonrisa para enseñarnos todas las reliquias que tiene la farmacia. En este caso la adquirió su abuelo y ya hace más de 75 años que pertenece a la familia. Han sabido mantener todo el carácter de la farmacia combinándolo con las últimas marcas en cosmética. Sin duda, os recomendamos pasar a visitarla.
Hablamos con Montserrat para preguntarle sobre su farmacia:
- ¿Qué supone trabajar en un establecimiento catalogado?
Es un honor, además, hace 75 años que es de la misma familia, yo he nacido y crecido aquí y para mi es como mi casa. Es trabajar haciendo historia
- ¿Ha podido reformar la farmacia?
No, ni queremos, nos gusta como está. Nos gustaría poder poner mas iluminación interior y exterior. Pero en la fachada no nos dejan poner nada.
- ¿Qué elementos ha tenido que mantener?
Todo
- ¿Qué beneficios cree que aporta su farmacia versus una de nuevo diseño?
Cercanía, el olor de la farmacia que transporta a la niñez
- ¿Qué elemento destacaría de su farmacia?
El suelo que es de mosaico romano
- ¿Cuál es la principal problemática que puede tener una farmacia catalogada? Por ejemplo, ¿ha tenido problemas para tramitar la licencia de actividad?
No se puede tocar nada, la gente entra a mirar como si fuera un museo y te dicen que no toques nada, pero ellos no compran, por lo tanto, si no vendemos tampoco podemos mantenerlo.
Tenemos un pequeño escalón a la entrada
No podemos poner un cartel luminoso en la fachada
Los armarios son pequeños y a veces es difícil colocar los productos para que se vean bien
Seguidamente andamos hasta el Barrio del Born para encontrarnos con una farmacia que me dejó sin palabras, la farmacia Santa Caterina 1896 situada en el Carrer dels Carders 3. ¡Qué bonita! Allí me recibió Toni, la pareja de la titular, Nieves, adquirieron la farmacia en el año 2007 y han luchado para restaurar y mantener con todo su esplendor esta maravillosa farmacia.
Le formulamos las mismas preguntas que a Montserrat, aquí tenemos sus respuestas:
- ¿Qué supone trabajar en un establecimiento catalogado?
La historia me encanta, poder trabajar rodeado de ella me encanta. Además, entran los clientes y me preguntan por los elementos de la farmacia. Esto me hace estar al día de todos los objetos que tenemos en la farmacia para poder explicar su historia.
- ¿Ha podido reformar la farmacia?
Cuando la compramos en 2007 pudimos hacer un poco de movimientos dentro de la farmacia. El mostrador lo pudimos mover y otros elementos. Además, hemos podido ir restaurando muebles. Por ejemplo, las puertas de las estanterías ahora son las mamparas de los mostradores.
- ¿Qué elementos ha tenido que mantener?
La fachada nunca la hemos podido tocar. Nos hubiera gustado hacer cosas, pero no hemos podido por toda la burocracia que implica.
- ¿Qué beneficios cree que aporta su farmacia versus una de nuevo diseño?
Como te he comentado antes, estar rodeado de historia es muy emocionante. Además, poder restaurar los muebles y los elementos y tenerlos incorporados en la farmacia es un lujo.
- ¿Qué elemento destacaría de su farmacia?
La lámpara central, antes era una lámpara de gas, colocamos los cables por la columna y pudimos convertirla en una lámpara eléctrica. Sin duda, es mi pieza favorita.
- ¿Cuál es la principal problemática que puede tener una farmacia catalogada? Por ejemplo, ¿ha tenido problemas para tramitar la licencia de actividad?
La verdad que cuando la compramos no tuvimos ningún problema. Lo más problemático es la burocracia para hacer cualquier cosa. Además, también tiene un gasto añadido tener que restaurar y mantener todos los muebles y elementos de la farmacia.
Paseando por el Eixample Izquierdo encontramos una de las farmacias con la puerta más maravillosa que hemos visto jamás. Se trata de la farmacia Costa Mirabell, una farmacia modernista que ha sido reformada con muchísimo gusto. Os dejamos aquí la entrevista que le hicimos a Ernest, el titular:
· ¿Qué supone trabajar en un establecimiento catalogado?
En nuestro caso, tenemos catalogada la puerta, que es Modernista. La mayoría de los clientes/pacientes que nos visitan quedan impresionados nada más al entrar a la farmacia. Y siempre tenemos curiosos haciendo fotos a nuestra puerta, En realidad nuestro reto es seguir ofreciendo a nuestro barrio la proximidad que ya ha existido des de hace más de 100 años en el mismo espacio.
· ¿Ha podido reformar la farmacia?
Sí, y suerte de ello. Nosotros como he dicho antes sólo está catalogada la puerta de hierro forjado y Modernista. Pudimos reformar todo el interior, dejando menos espacio para el almacén y aumentar así el de atención al público y exposición de producto.
· ¿Qué elementos ha tenido que mantener?
Obligatoriamente por ley, no lo sabemos porque no hemos consultado, pero seguramente la puerta. También hemos mantenido algún armario de dentro de la farmacia pero que no tenían ningún valor arquitectónico.
· ¿Qué beneficios cree que aporta su farmacia versus una de nuevo diseño?
Le da un aspecto de farmacia con historia. Con experiencia. Que a veces puede ser un inconveniente, ya que también se busca modernidad, pero lo intentamos buscar en el interior.
· ¿Qué elemento destacaría de su farmacia?
Sin duda, su personal. y ya que hablamos de ello su entrada Modernista, claro.
· ¿Cuál es la principal problemática que puede tener una farmacia catalogada? Por ejemplo, ¿ha tenido problemas para tramitar la licencia de actividad?
No, nosotros no hemos tenido ningún problema.
Muchísimas gracias a las tres farmacias para colaborar en esta primera edición de farmacias catalogadas.